Nuestra querida reina de la flacidez, Anika, compró una botella, encontró una botella de crema batida en el refrigerador y decidió ensuciarse. Se rocía las tetas y las areolas redondas con la crema y luego comienza el espectáculo. Observe esas tetas resbaladizas deslizándose sobre la mesa de un lado a otro desde la distancia y también desde muy cerca.